domingo, 12 de mayo de 2013

El Madrí pierde la vigesimo segunda liga de la Putafar$a

Siempre he creído que el escaso éxito de "el vasco" Aguirre, actual técnico del R.C.D. Español, radica en la poca confianza de los directivos de turno para con el proyecto que el mexicano pretende desarrollar. La necesaria paciencia que requiere construir una plantilla con una idea de juego, requisito indispensable para consolidar un equipo (si lo sabremos nosotros, los madridistas) se hace más evidente en el caso de Aguirre. Si tenemos en cuenta que el fundamento del fútbol es "darle patadas a un balón", no podemos más que reconocer que los jugadores dirigidos por el míster euskaldun-azteca están entre los más fundamentados del balompié internacional. Lástima que al tercer año, cuando llegan a la parte de "a un balón", el técnico ya haya hecho las maletas, porque como aprehendieran esa fase con la misma solidez con la que demuestran haber aprehendido la primera, "darle", y la segunda, "patadas", seríamos testigos de la consolidación de una de las máquinas más precisas de jugar al fútbol que jamás vieran ojos humanos. Pero como decía, la poca paciencia de quiénes le contratan, o quizá una característica pachorra mexicana que le impida impartir su idea de fútbol con más velocidad, hacen que los proyectos de Aguirre se queden en equipos de los llamados "peleones", que es como antaño, cuando no existía la dictadura de lo políticamente correcto, se denominaba "once hijosputa repartiendo leña". 

El Español de hoy día no iba a ser la excepción, y como no podía ser de otra manera exhibió ante el Real Madrid un amplio abanico de patadas y marrullerías que, por lo pronto y a falta del parte de guerra oficial, nos deja sin Varanne para la final de Copa, un partido que de pintar bien para el Madrid ha pasado a tener un color más oscuro que Essien por mor de las bajas ocasionadas en los últimos partidos de una Liga que, además, no valían nada. A mí no me molesta que los equipos practiquen un juego excesivamente duro con el Madrid; a mí lo que me molesta es doble vara de medir que estos equipos "aguerridos" exhiben cuando su oponente es el Bardeputonas. La manada de lobos salvajes tórnase en un rebaño de ovejitas cuando el de enfrente luce una casaca azul y grana. Y no es ya una cuestión de simpatías personales, sino de dignidad profesional. No pido que aticen a Messi como atizan a Cristiano -allá ellos si dejan que extrañas simpatías determinen su manera de jugar-, sólo pido que no se aparten cuando el bluff hormonado paseé hasta su portería con el balón. Sólo eso. Y esto no es una opinión personal, sino algo que cualquiera puede ver en un partido del F.C. Bardeputonas y que puede deducirse del simple hecho de que quien es "pichichi" en España sea incapaz de marcar un solo gol en tres eliminatorias de Champions, seis partidos. O cinco, si excluimos la vuelta frente al Bayern, de la que decidió borrarse. Si hasta la defensa de un decrépito Milan es capaz de disolver al argentino, a qué estarán jugando la del Betis o el Zaragoza.

Canaletas registró una gran afluencia de aficionados culés en cuanto el colegiado pitó el final del partido en Cornellá. (Foto, agencia EFE)

El caso es que el empate obtenido por el Madrí en Cornellá convierte al Far$alona en campeón de Liga. Un excelente resumen de lo acontecido en la presente temporada el que el equipo del odio a España campeone sin haber jugado, tan sólo por demérito del Real Madrid y el laborioso trabajo realizado por los pupilos de Aguirre, quiénes sin duda aprovecharon los barridos que realizaban por el césped de Cornellá cuando un merengón avanzaba con el esférico controlado para recortar la hierba a la altura exigida por los culos. Quién ha visto y quién ve a esta entidad. Pero tampoco iban a ser ellos la excepción. Junto a la desidia/agresividad, según el rival que tocara, otra explicación de este vigésimo segundo título del Far$alona -para tí, culé, el de los dos patitos- hay que buscarla en los extraños arbitrajes acontecidos durante la presente temporada. Y es que Ángel María "que más quieres que te dé, Sandro" Villar no podía fallar. Esta liga estaba decidida desde hacía mucho, prácticamente desde la segunda jornada liguera, cuando el Far$a consiguió darle la vuelta a un partido que se había puesto cuesta arriba en Pamplona gracias a un gol de Alexis en fuera de juego y la expulsión del osasunista Puñal por protestar la inhibición del trío arbitral en esa jugada. Otros dos puntos cayeron a la jornada siguiente, cuando se anuló un gol legal al Valencia que habría igualado en único tanto conseguido por los culos. En total, cinco puntos regalados cuando sólo se habían jugado nueve, lo que debe ser un récord mundial. ¡Más del 50% de los puntos obtenidos por los culos eran ilegítimos! Si quieren ver más, incluidos los robos que sufrió el Madrí, pasen y vean:




Si a esto añadimos un Madrid confuso, con Dios sabe qué historias en el vestuario, vulnerable en los balones altos porque, como todos sabemos, los topos tienen problemas a partir de cierta altura, zarandeado por la mal llamada prensa amiga dedicada a dividir a la afición y sembrar de dudas el proyecto, que el Far$alona haya igualado en Ligas al Madrí de hace treinta años o así tiene fácil explicación. Cualquier observador neutral se preguntaría cómo era posible que un equipo incapaz de ganar uno sólo de los partidos de eliminatorias de Champions, el de la vuelta contra el Milan, y que recibió la mayor humillación de la historia de ese torneo al caer por un contundente 7-0 ante el Bayern, haya sido el primero en la Liga por encima del equipo que la temporada anterior había caído frente a ese mismo Bayern en la tanda de penaltis. Y sólo habría que mostrarle el arbitraje de algún que otro partido que se puso complicado para los culos, más las imágenes de muchos de los goles de Messi, al que sólo faltaba que la defensa pusiera sendas filas de topes dorados unidos por cintas coloradas, como las que ponen en la entrada de las discotecas de pitiminí, para que ni se perdiera ni nadie se cruzara en su camino.

Ángel María "que más quieres que te dé, Sandro" Villar accedió a la poltrona federativa en 1988. La "Quinta del Buitre" estaba en su apogeo y las palabras que el entonces presidente blanco Ramón Mendoza pronunció ante un grupo de periodistas sobre lo difícil que iba a ser para el Madrí ganar una Liga con el vasco dirigiendo el fútbol español sonaban, cuando menos, exageradas. El tiempo ha dado la razón al desaparecido presidente. Cuando el mayordomo de Laporta accedió al cargo, el Far$alona acumulaba diez Ligas, con él en el cargo ha sumado doce. Pese a que Villar se perpetua en el poder -algo que criticaba a sus predecesores cuando llegó como un soplo de aire fresco a finales de los 80- no suma todavía los 60 años que tardó el Bardeputonas en ganar sus primeras diez ligas (entre 1928 y 1988). Si alguien todavía no quiere creer en la influencia de Villar en el devenir del club independentista durante las últimas décadas, mi enhorabuena. Debe ser muy bonito creer en los unicornios y que es Papá Noel quien deja los regalos la noche del día 24 de diciembre.

El F.C. Barcelona, notablemente engordado desde que eligió a Villar para su cuidado y alimentación.
 Finalizada por haber alcanzado la excusa de los puntos una Liga que ya estaba asignada desde finales de agosto, al Madrí sólo le queda batirse en su estadio ante el Atlético de Madrid para proclamarse campeón de Copa del Rey. Bueno, eso y el otro partido que está jugando, el de conservar al actual técnico al frente del equipo. Porque si bien es cierto que Villar y sus secuaces de negro han sido no ya determinantes en la consecución de la liga dos-patitos para el culerío, sino sus auténticos protagonistas, no lo es menos que el Madrí ha sido incapaz de mantener la línea ascendente que, bajo la égida de Mourinho, le había llevado a ser el campeón más goleador en toda la historia de la Liga. Ése equipo histórico está ya finiquitado, no así el técnico. Mou debe continuar contra viento y marea so peligro de cometer los mismos errores que han permitido al equipo independentista, al de miles de aficionados aborregados y estúpidos allende del Ebro, capaces de vender su dignidad por absolutamente nada, campar a sus anchas por la misma piel de toro que desean destruir. Villar no tiene nada que ver, o no debería, en los más de veinte técnicos que han pasado por el banquillo merengue desde que el vasco asentó sus posaderas en la poltrona de la Federación.



El Madrí lleva en guerra desde hace mucho tiempo. La diferencia es que ahora tiene un general. Y ya saben lo que se dice: mejor un ejército de ovejas dirigido por un león, que uno de leones dirigido por una oveja. Al portugués se le podrá acusar de muchas cosas. Perfecto seguro que no es. Pero no de resistir la pertinaz influencia de la prensa en nuestro vestuario, algo que está pagando hasta en su vida personal. Difícil es imaginarse el banquillo del Real Madrid en manos de alguien más idóneo para el aficionado. Otra cosa es que éste no sepa lo que quiere. Da igual. La misión del presidente es darle al aficionado lo que necesita, y más de este presidente que, a día de hoy, no tiene rival para unas elecciones que están a la vuelta de la esquina. Como ya he dicho en otras ocasiones, la marcha de Mourinho sería un balón de oxígeno para una prensa que ahora mismo está muy tocada, apartadas sus garras del vestuario y con una caída en las ventas que creen poder evitar poniendo al títere de turno al frente del equipo para que hasta el utillero pueda contarles su vida y milagros. El ver peligrar su estatus explica el grado de desquiciamiento al que se ha elevado el periodismo deportivo nacional. Hace años era impensable que a un técnico se le tildara de "nazi" y "asesino", y a los seguidores madridistas de "fascistas", "terroristas" o "franquistas". Están quemando sus últimas naves. Si Florentino cede, si es incapaz de asestar el golpe de gracia al enemigo que ya se arrastra por el suelo, se convertirá en el peor presidente de la Historia del Real Madrid, al que introducirá en una espiral que le llevará treinta años al pasado. Si lo impensable se produce, si Florentino Pérez reniega de su deber y entrega la plaza al debilitado ejército que la asedia, sólo merecerá un nombre, el de traidor. Aún así, tengo fe en que el madridismo de bien es mayoritario y, como los patriotas de 1808, se lanzará al monte para plantar resistencia. Ahora, sería una putada bastante gorda tener que ir en ese plan después de haber estado a punto de finalizar este conflicto. Más que nada, por la cara de tontos con la que habría de batirse a partir de ese momento.


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